13|03|2021

La soja está atravesando la etapa más crítica para el daño del picudo negro

Técnicos de la sección Zoología Agrícola de la Estación Experimental
Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) establecieron recomendaciones sobre aquellas plagas que ocurren en las etapas reproductivas de los cultivos de soja y de maíz en nuestra región.

En general, la soja está atravesando las fases de llenado de granos, que son las más críticas a los daños producidos por el picudo negro de la vaina (Rhyssomatus subtilis). Se mencionó que desde fines del mes pasado y en lo que va del mes en curso se registraron los mayores pulsos de emergencia de este picudo desde el suelo. Esto obliga a seguir muy de cerca a esta plaga mediante los monitoreos, para permitir que se haga un manejo oportuno de Rhyssomatus subtilis y se minimicen sus daños sobre el cultivo. Se debe prestar mucha atención a los sectores de cabeceras de los lotes de soja que limitan con gramíneas (maíz/sorgo), que son los puntos por donde ingresa la plaga. En cuanto a tipo de productos a emplear, las mezclas de neonicotinoides más piretroides han demostrado tener un buen control sobre Rhyssomatus subtilis y también sobre las chinches que suelen ocurrir en las fases reproductivas de la soja.

A la hora de definir una aplicación, el técnico debe tener en cuenta todos aquellos aspectos que permitan lograr una buena calidad de aplicación y, por ende, una mejor llegada al blanco. Desde la Eeaoc se está trabajando, en forma conjunta con productores del NOA, en el seguimiento de la dinámica de emergencia de Rhyssomatus subtilis desde el suelo. Esta información se actualiza semanalmente y está disponible en los reportes fitosanitarios de la página web de la Eeaoc: https://www.eeaoc.gob.ar

En el caso del maíz, los técnicos mencionaron que durante esta campaña se observa una elevada ocurrencia del “gusano cogollero” Spodoptera frugiperda en maíces no Bt y en algunos híbridos Bt, lo que ha llevado realizar varias aplicaciones de insecticidas para su control.

Consejos

Destacaron que aquellos materiales con el evento Viptera están ofreciendo una excelente protección contra el gusano cogollero.

Actualmente los maíces están ingresando a las fases reproductivas de oración y desarrollo de las espigas, que son etapas donde Spodoptera frugiperda puede causar daños al alimentarse de los granos y favorecer el ingreso de patógenos al interior de las espigas. Se recomienda el monitoreo de las espigas, observando los estigmas –
barbas de las espigas- para detectar la presencia de las orugas. Este monitoreo debe ser minucioso desde la emergencia de los estigmas, hasta el cuaje de los granos (desde R1 a R2), ya que es el período cuando las orugas están más expuestas y por ende se logrará un control más efectivo con la aplicación del insecticida si así lo amerita. En etapas posteriores -grano lechoso y pastoso-, se observa una mayor frecuencia de las orugas en el interior de las espigas, por lo
tanto, las medidas de control no son efectivas.

Los técnicos mencionaron la importancia que reviste hacer un correcto monitoreo para contar con un diagnóstico más certero de la plaga y de la situación de los cultivos, permitiendo definir la estrategia más adecuada para el manejo.

Fuente: la Gaceta Rural.

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