22|05|2021

Aplicación de la dosis justa de fertilizantes en cítricos

“La determinación de la dosis de fertilización exacta depende de muchos factores, que pueden variar a lo largo de las campañas. No existe un indicador certero para definirla”, precisó Roque Correa, de la sección Suelo y Nutrición de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).

“Las dosis de fertilización, y las épocas de aplicación y de fraccionamientos surgen de experiencias locales de largo plazo que nos brindan información que se ajusta a nuestras condiciones”, explicó.

Principales consideraciones

El empleo de dosis crecientes de Nitrógeno (N) de 100 gramos de N por planta, multiplicado por la edad de la planta a partir del primer año de vida, resultan adecuadas para plantas jóvenes que se encuentran en crecimiento y desarrollando rendimientos progresivos. “A partir del décimo año de vida estas características se estabilizan y los aportes de N se fijan en 80 g a 90 g por planta por año -es decir, 800 g a 900 g por planta-, lo que totaliza 250 kg a 280 kg de N por hectárea, dependiendo de las condiciones de fertilidad de cada lote.
El estado nutricional resultante del uso de estas dosis debe ser comprobado mediante el análisis foliar de nutrientes cada tres a cuatro años, el cual se basa en la comparación del contenido de N, de fósforo y de potasio con contenidos de referencia relacionados con máximos rendimientos. Esto permite, de ser necesario, que se ajuste el plan de fertilización.

Edades

En plantas jóvenes conviene fraccionar la dosis tres a cuatro veces entre junio y noviembre, concentrando los mayores aportes en las épocas de mayor demanda (oración, brotación y cuaje). En estos casos el fertilizante debe ser bien dispersado en un área dos veces la proyección de la copa. Para plantaciones adultas, las experiencias demostraron que una sola aplicación invernal provee un nivel de N adecuado para cubrir la demanda anual en la mayoría de las situaciones. La dispersión aquí debe realizarse en dos bandas de 1,5 a 2 metros de ancho a cada lado de la hilera del cultivo, el centro de la banda debe coincidir con el límite del vuelo de la copa.

En el mercado existen muchos fertilizantes nitrogenados con distinta concentración, características y tipo de reacción en el suelo, que se ajustan a diversas situaciones y modalidades de uso. Estos son objeto de constante estudio por parte de la Eeaoc; se recomienda no variar las dosis de N según se utilice uno u otro.

La fertilidad edáfica o aptitud del suelo de entregar nutrientes a la planta, no solo depende del contenido de estos sino también de características físicas y biológicas del suelo. La caracterización del suelo mediante su muestreo y análisis, y el empleo de distintas prácticas que apuntan al manejo sustentable del recurso también repercutirá en mejoras de la nutrición nitrogenada.

Fuente: La Gaceta Rural.

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