Esposa del Ing. Agr. Juan Carlos Ramallo y madre de las Ing. Agrs Jacqueline y Ana Ramallo, Nilda Elena Vazquez de Ramallo, fue la segunda mujer que se graduó de Ingeniero Agrónomo en la historia de la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la Universidad Nacional de Tucumán. En ese mismo año, 1961, inició su carrera en investigación junto al Ing. Santiago Zabala en la entonces Estación Experimental Agrícola de Tucumán.
Durante los 35 años de su continua labor asistió a numerosos eventos científicos locales y representó a Argentina en congresos y talleres internacionales realizados en Estados Unidos, México, Panamá y Brasil, entre otros. De su tarea de investigación aplicada y experimentación, plasmada en más de 75 trabajos científicos y técnicos, se destacan descripciones de enfermedades claves, en ciertos casos inéditas, para los principales cultivos de la provincia y región tales como caña de azúcar, citrus, paltos, granos y hortalizas. Participó activamente en el proyecto que dio origen a la importante zona productora de papa semilla en valles de altura como Tafí del Valle.
Fue una de las pioneras a nivel nacional, en emplear técnicas de cultivo de tejidos en caña de azúcar, citrus, tabaco y frutilla, aplicadas a la sanidad vegetal.
Además de su activad científica, fue Investigador Principal y Jefe de la Sección Fitopatología hasta su retiro. Formó parte de los Comités Permanentes de Recursos Humanos y Publicaciones, donde marcó claros lineamientos a toda una generación de la Institución.
Fue nombrada Director Técnico y posteriormente Director Asistente en Tecnología Agropecuaria de la EEAOC, única mujer hasta el presente que llegara a ese cargo. En reconocimiento a su prolífica e ininterrumpida labor, así como a los aportes científicos que contribuyeron al crecimiento agroindustrial de la Provincia, fue distinguida con el nombramiento de Investigador Emérito, en 1997, máximo galardón jerárquico de esa Institución.
Persona sencilla y frontal, de carácter moderado, de pocas y prudentes palabras, se planteó objetivos claros, tanto en su vida personal como profesional. Apoyada en su incorruptible profesionalismo, sentido de justicia y bien común, llegó a donde muy pocos lo hicieron en el ámbito nacional de la Fitopatología aplicada y trascendió en numerosas oportunidades las fronteras geográficas de su laboratorio para dar soluciones directas, prácticas y aplicables a la Agroindustria Tucumana.
Estimada Nilda Elena Vazquez de Ramallo te despedimos con profundo dolor. Que en paz descanses.
