Entre el 11 y 18 del mes pasado, el Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria (INTA) Famaillá, junto al programa Cambio Rural llevaron adelante un relevamiento sobre el estado general de los cañaverales de la provincia.
El objetivo era tener una aproximación cualitativa y de potencial de producción del cultivo para la presente zafra 2021.
Durante el recorrido se relevaron 85 localidades del área cañera de Tucumán, de las zonas noreste, este, centro y sur. A los fines de realizar una valoración objetiva, se estableció una escala del 1 al 5, teniendo en cuenta los siguientes aspectos: desarrollo vegetativo alcanzado; manejo agrícola del cañaveral; oferta ambiental, entendida como la suma de factores climáticos (lluvias en volumen y distribución, luz y temperatura) y edáficos (calidad de suelos).
En tabla 1 se detalla la escala de valoración con la descripción de los parámetros que determinan su orden. A partir de la escala precedente, y tomando en cuenta lo observado en cuanto al estado de los cañaverales con condición predominante en cada localidad, se elaboró el mapa que se observa en la página (figura 1) junto al Laboratorio de
Sistemas de Información Territorial del INTA Famaillá. La asignación de un determinado valor de la escala a las diferentes localidades es consecuencia del estado predominante de los lotes cañeros, sin que ello implique condición absoluta, puesto que hay excepciones hacia condiciones inferiores o superiores.
En la tabla 2 se detalla un listado de localidades donde los lotes predominantes por su desarrollo cultural y potencial productivo en estas definen la posición en la escala antes descripta.
Consideraciones finales
El relevamiento sobre 85 localidades representativas por su área cultivada y patrón ambiental productivo incluyó gran parte de la superficie cultivada con caña de azúcar para la presente campaña.
Al igual que en años anteriores, se observa una fuerte heterogeneidad en el desarrollo de los cañaverales, asociada a razones climáticas y de manejo; principalmente, combinado con la edad del cañaveral. La textura del suelo y la retención de agua marcaron una diferencia en el desarrollo del cultivo, observándose estas incluso dentro de un mismo lote. En tanto, en muchas situaciones las socas de mayor edad presentan altibajos muy marcados en su desarrollo. Por otra parte, la presencia o la ausencia de cobertura de rastrojo incidió en la conservación de la humedad, condicionando el crecimiento inicial
del cañaveral.
En cuanto al aspecto sanitario, y ante la falta de cobertura vegetal, se
registraron lotes con importantes raleos debido al ataque de polilla del brote Elasmopalpus lignosellus. Otro factor a resaltar es la fuerte incidencia de carbón en socas de edad avanzada de la variedad LCP 85-384; en especial, en localidades de las zonas noreste y este. En gran medida, la heterogeneidad en el desarrollo sigue relacionada con el envejecimiento del cañaveral: las socas de mayor edad (4 o más) no expresan el mejor potencial productivo más allá de un adecuado manejo y una buena oferta ambiental. Por otra parte, el déficit hídrico -que fue de 230 mm a 370 mm entre distintas localidades- se evidenció desde el otoño del año pasado, lo que condicionó fuertemente el inicio del crecimiento del cultivo hasta diciembre.
Esta situación se encuentra muy marcada en sectores del noreste y del este de la provincia; en particular en los departamentos de Burruyacu, de Cruz Alta y de Leales. Las cañas plantas tuvieron un comportamiento muy dispar, condicionado por el déficit hídrico ya señalado y asociado a la clase textural de cada microrregión. Se observaron lotes con brotación uniforme y con población aceptable de tallos, pero con escaso desarrollo, debido a la restricción de agua y a las bajas temperaturas del suelo, que retrasaron la emergencia. Por otra parte, se registró información de lotes que tuvieron que desceparse por falta de emergencia o por alto porcentaje de fallas
Este informe, diferenciado geográficamente, pretende arribar a una estimación cualitativa y de potencial de producción para la zafra cañera 2021, que sirva como criterio para la toma de decisiones al momento de organizar la cosecha.
Fuente: La Gaceta Rural.